Con la interacción en red podríamos imaginar que las personas pudieran estar más cerca unas de otras, pero eso es sólo virtual ... No es real. Las relaciones humanas continúan restringidas, porque a pesar de tener mil perfiles y presentarnos, virtualmente en diversos lugares, al mismo tiempo, sólo podemos estar (fisicamente) en un lugar, en un momento dado. Vivamos entonces el presente, con las personas que amamos. Las relaciones se construyen, en el día a día, con las personas que convivimos, y no aquellas que, superficialmente, interactuamos por la WEB. Miren, a pesar de Internet, a pesar de las facilidades para viajar y romper fronteras, estamos cada vez más solitarios y tristes. El suicidio mata más que las guerras en vigor cada año. Necesitamos estar más cerca unos de otros, en las pequeñas cosas, en la atención de las tareas diarias, en el ojo en el ojo, en abrazos fraternales, o simplemente escuchando, conversando ... Solo así no nos abateremos en las naturales caídas de los caminos y no seremos presuntuosos cuando nos elevan, pues ninguna de esas posiciones es permanente.